#LoveWins
El Amor Gana
by Carmen Rita Candelario
This past Sunday, my personal favorite day of the week, when the sun was shining bright in New York, feeling like an invitation to seize the day and fully enjoy being alive, we all woke up to the news that innocent people had died in what is now the worst shooting in American modern history. People who like you and me had family, dear friends, plans and dreams.
As I stood at the vigil this past Monday here in New York, I couldn't stop crying when the names of the victim’s were finally said out loud. All you could hear were Latino names and last names. This atrocious act of violence is not only a tragedy for the LGBTQ community, it is a tragedy to our Latino community and every single person calling this country home.
To every single leader and politician with the power of taking actions that prevent the happening of tragedies like this, I sincerely hope you don't have to lose anyone close to you in order to understand your decisions or inactions are killing your own country, the nation you swore under oath to protect and care for.
To every men or women who still believes the second amendment should not be revoked, I dare you, and I fucking mean this, I dare to look into the eyes of any of the grieving mothers that today and for the rest of their lives will mourn their sons and daughters, and tell them they should own a gun, or better yet, a riffle, and believe your words. Because if you think, even if just for a second, that owning a firearm would have have saved their loved ones while they were at school, a college, a mall, a kindergarten class or a nightclub, you are the very reason all the people we've lost are not here today.
And lastly, to everyone who chooses to love all humans every single day, no matter their skin color, who their chose to love or their religious beliefs, don't ever change. The world needs you and loves you. Thank you for being compassionate and for, with your hands over your heart, believing and preaching that love will always and forever win. Because after standing in that vigil and listen to the crowd say “Presente” after each and every name mentioned, I believe it will.
Este pasado Domingo, mientras el sol brillaba y el clima era perfecto aquí en Nueva York, como una invitación para disfrutar estar vivos, nos levantamos con la noticia de que una cantidad insólita de personas inocentes había muerto esa madrugada en lo que hoy se considera la masacre más grande en la historia moderna de los Estados Unidos ha visto en su historia. Víctimas que como tú y yo tenían familia, amigos queridos, planes y sueños.
Mientras estaba parada en la vigilia organizada por la ciudad de Nueva York ayer lunes, no pude evitar sollozar mientras por fin se leían los nombres de las víctimas. Todo lo que podías escuchar eran nombres y apellidos latinos. Este atroz acto de violencia no sólo es una tragedia para la comunidad LGBT, sino es que una tragedia para nuestra comunidad Latina y todo el que llama a este país su casa.
A todos y cada uno de los líderes políticos con el poder tomar acciones que prevengan que tragedias como esta pasen, honestamente espero que no tengan que perder a un ser querido para entender que sus acciones y más que nada su silencio están matando a su propio país, la nación que prometiste solemnemente proteger y cuidar.
A todo hombre o mujer que todavía piensa que la segunda enmienda aún debe de existir, te reto, y por mi vida que te reto, a que mires a los ojos a una de las madres que hoy llora su hijo o hija y le digas que ella debería tener un arma, o aún mejor, un rifle, y que te creas tus palabras. Porque si por un segundo crees que tener un arma hubiese salvado las vidas que hemos perdido en escuelas, colegios, preescolares y discotecas, no eres más que la razón por la cual esas personas no están vivas.
Lo que es más importante, a ti que eliges querer al prójimo todo los días, sin importar su color de piel, quién eligen querer o sus creencias, nunca pero nunca cambies. El mundo te necesita y te adora. Gracias por tu compasión y por ponerte las manos en el corazón y decir con convicción que el amor siempre triunfará. Porque luego de haber presenciado a la multitud decir “Presente” después de cada uno de los nombres de las víctimas, puedo decirte que si creo que el amor triunfará.
