He vaciado mis maletas y mi (poca) ropa está en exhibición en la habitación de mi infancia. Honestamente, estoy orgullosa de haber podido empacar tan poco esta vez. Hago todo lo posible para mantener lo que es vivir de las mismas piezas y bolsas de maquillaje durante casi un mes bajo control. En parte porque no quiero perder nada, pero más que nada porque no quiero que pa’ y ma’ piensen que soy un desastre.
Soñaba con lo que se sentirÃa finalmente abrazar a mis padres. Desde que me fui a la universidad hace casi diez años, no me habÃa sentido tan ansiosa y nerviosa al escuchar las ruedas del avión finalmente tocar el suelo, y la bulla y aplausos que desatan.
¿De verdad pienso que ver un documental cualquiera en History Channel con mi papá o dormir una siesta con mi mamá realmente compensa algo? Honestamente, no puedo decir que sÃ.