Women and Sex: How You Can Help End the Stigma

Las Mujeres y el Sexo: Como Tú Puedes Ayudar a Acabar con el Estigma 

by Melenie Acosta 

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I’m twenty-eight years old and I don’t believe I ever really had the “talk.” I had something similar. I wouldn’t say it was a discussion, it was more like a one-sided conversation. Raised in a strict Dominican household, those conversations were more like a series of awkward impromptu statements lumped during or after TV shows like Christina, Laura, La Flor de Guadalupe, or even the news. Stories on cheating, date rape, sexual assault or even deadbeat dads, often triggered my father to discuss sex.  These “enlightening” conversations always had an underlying theme: to deter me from having sex. Mami, however, tried her best to clean up his argument with, “It’s okay to have sex, just protect yourself, and don’t let the world know.“

And this is the advice given to many Dominican women. For us, sex lives in theory. Yes, theory. Women can have sex, and multiple partners, but we need to hide everything. But why do we need to hide it?

Like my father’s analogy, “A key that opens many locks is a master-key, but a lock that is opened by many keys is a shitty lock.” In our community, a woman is as good as her reputation.  In this case, her lack of sexual encounters is what makes her “marrying” material.  And women who don’t align to these standards are often disrespected, devalued and left unprotected. At the end we are  a country deeply rooted in colonialism and religious ideals.

For centuries, Catholicism has intimidated women through their faith to practice abstinence before marriage and fidelity. Those who failed to conform were ostracized and condemned as “sinners,” reaffirming that women have no control over their own bodies and should be subservient to men. Even with advancements in women's’ rights, technology, education, government and community outreach programs in our country, women still suffered under these misogynist ideals.

It was only in the late 80s that the Catholic church’s corruption and hypocrisy became blatantly apparent to devout followers. Leading to its gradual loss of power over our Isla came high divorce rates, declining marriage rates and declining religious practitioners. This shift caused women to arm themselves with knowledge, as they opted out of protecting their virginities for maintaining an immaculate reputation.  Women’s advice changed from “wait to have sex until your married” to “you can have sex, protect yourself, but don’t let the world know.”

But society often forgets that women are also human. And frankly, sometimes, we as women forget this as well. We are too hard on ourselves and always preoccupied with public opinion when in reality, and I’m sorry to break this to you; your mother, sisters, aunts, and grandmothers love sex. And probably have had more than one partner. If this shocks you, then you’re part of the problem. You see women as their role in society, and not as a human who has needs.

Uncomfortable? Good, now let's shift your thinking to the realization that it's their body and no matter your opinion, it will still be their body. Naturally, we all have a history, some more than others, and your perception of someone does not define them. So please, stop acting like it does.  

Sex should be an open dialogue, that means no one-sided conversations! No matter how uncomfortable you feel, chances are they feel the same. Do remember that the language and tone resonates and contributes to how women approach the topic on sex. And do not, I repeat DO NOT slut-shame, it is a form of bullying that we have created within our community that needs to stop because the repercussions are detrimental to mental and physical health.

If you want to be part of the change, make sure that your agenda isn’t to deter women from having sex, but to prepare and/or empower them. And please make it clear to women that sex is their choice. If we truly love the women in our lives we should emphasize that their physical and emotional well-being matters much more to us than their reputation.

 

Tengo veintiocho años y no creo haber tenido la "charla." Tuve algo similar. No diría que fue una discusión, fue más como una conversación unilateral. Criada en un estricto hogar Dominicano, esas conversaciones se parecían más a una serie de declaraciones improvisadas e incómodas dichas durante o después de programas de televisión como Christina, Laura, La Flor de Guadalupe, o incluso las noticias. Historias sobre cuernos,  violación en citas, asalto sexual o hasta padres inadaptados a menudo provocaron que mi padre hablara de sexo. Estas conversaciones "iluminantes" siempre tenían un tema subyacente: impedir que tuviera relaciones sexuales. Mami, sin embargo, hizo todo lo posible para limpiar su argumento con: "Está bien tener relaciones sexuales, solo protégete, y no dejes que el mundo lo sepa."

Y este es el consejo dado a muchas mujeres Dominicanas. Para nosotros, el sexo vive en teoría. Sí, teoría. Las mujeres pueden tener relaciones sexuales y múltiples parejas, pero tenemos que ocultar todo. Pero, ¿por qué tenemos que ocultarlo?

Como la analogía de mi padre, "una llave que abre muchos candados es una llave maestra, pero un candado que se abre con muchas llaves es una mierda de cerradura." En nuestra comunidad, una mujer es tan buena como su reputación. En este caso, su falta de encuentros sexuales es lo que le hace material para "casarse."  Y mujeres que no se alinean con estos estándares a menudo son irrespetadas, devaluadas y se quedan desprotegidas. Al final, somos un país profundamente enraizado en el colonialismo y los ideales religiosos.

Durante siglos, el Catolicismo ha intimidado a las mujeres a través de su fe para practicar la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad. Aquellos que no se conformaron fueron condenadas al ostracismo y condenadas como "pecadoras". Reafirmando que las mujeres no tienen control sobre sus propios cuerpos y deben estar subordinadas a los hombres. Incluso con los avances en los derechos de mujeres, la tecnología, la educación, programas del gobierno y la comunidad, mujeres en nuestro país aún sufrían bajo estos ideales machistas.

No fue hasta los finales de los años 80, que la corrupción y la hipocresía de la iglesia Católica se volvieron evidentes para los devotos seguidores, llevando a su pérdida gradual de poder sobre nuestra Isla. Esto resulta en altos porcentajes de divorcio, disminución de los porcentajes de matrimonio y disminución de los practicantes religiosos. Este cambio hizo que las mujeres se educaran y  optaran por no proteger sus virginidades para mantener una reputación inmaculada. Los consejos para las mujeres cambiaron de "espera a tener relaciones hasta que te cases" a "puedes tener relaciones, solo protégete y no no dejes que el mundo lo sepa."

Pero la sociedad a menudo olvida que las mujeres también son humanas. Y francamente, a veces, nosotras como mujeres también olvidamos esto. Somos demasiado duras con nosotros mismos y siempre nos preocupamos por la opinión pública. Cuando en realidad, y lamento decirte esto; tu madre, hermanas, tías y abuelas aman el sexo. Y probablemente haya tenido más de un compañero. Si esto te choca, entonces eres parte del problema. Tu ves a las mujeres como su posición en la sociedad, y no como un humano que tiene necesidades.

¿Incómodo? Bien, ojalá ahora puedas cambiar tu forma de pensar para  que te des cuenta que es su cuerpo y sin importar tu opinión, seguirá siendo su cuerpo. Naturalmente, todos tenemos una historia, algunos más que otros, y tu percepción de alguien no los define. Entonces, por favor, deja de actuar como si lo hiciera.

El sexo debería ser un diálogo abierto, ¡eso significa que no hay conversaciones unilaterales! No importa si te incomoda, es probable que la otra persona se sientan igual. Recuerde que la forma en que hables y el tono resuenan y contribuyen a la forma en cómo las mujeres enfocan el tema sobre el sexo. Y nunca, lo repito NUNCA avergüences a una mujer. Esto es una forma de intimidación que hemos creado dentro de nuestra comunidad y que debe detenerse porque las repercusiones son perjudiciales para la salud mental y física.

Si quieres ser parte del cambio, asegúrate de que tu agenda no sea disuadir a las mujeres de tener relaciones, sino prepararlas y empoderarlas. Y por favor aclara a las mujeres que el sexo es su elección. Si realmente amamos a las mujeres en nuestras vidas, debemos reforzar que su bienestar físico y emocional es mucho más importante para nosotros que su reputación.


Melenie is a graphic design graduate navigating through the Domincan-American experience. She is a New Yorker and a tech, food, art, and travel aficionado. Her focus is to promote positivity and empowerment within the Afro-Latino community. / Melenie es una diseñadora gráfica navegando la experiencia Domincana-Americana. Ella es una Neoyorquina aficionada de la tecnología, la comida, el arte y los viajes. Su enfoque es promover la positividad y el empoderamiento dentro de la comunidad Afro-Latina.